Fui hijo de familia adinerada.
Mis padres me pusieron un cuello blanco
y me dieron la costumbre de ser servido
y me enseñaron el arte de mandar.
Pero cuando, más tarde,
miré a mi alrededor,
no amé a la gente de mi clase
ni quise mandar,
ni tampoco ser servido...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
!Conmovedor!.Gracias por recordarme con éste verdadero y bello texto, que habemos muchos Insumisos en la Campiña mexicana y del mundo;dispuestos a cambiar nuestros privilegios sociales, por una mejor y más conscientemente responsable vida para el planeta.
Publicar un comentario